La reforma de la salud favorece a los inversores extranjeros, centrándose en la creación de instalaciones privadas, la lucha contra la obesidad y la asistencia a los ancianos

Las nuevas políticas nacionales chinas anticipan las necesidades de la población en función del desarrollo demográfico e impulsan nuevas estrategias.

Health China 2030, entre otros programas, abre las puertas a los inversores extranjeros para crear instalaciones de salud, lo que les permite poseer el 100% de las acciones y apuntar a tener más estructuras privadas que públicas para 2020.

En cuanto a la importación de productos desde Italia, las limitaciones siguen siendo rigurosas, aunque actualmente las empresas conjuntas y los programas piloto son más fáciles de implementar, gracias a los organismos intermediarios especializados.

Además, la cooperación italo-china incluye al sector de la salud entre las cinco áreas cruciales de desarrollo, tal como refleja el aumento del 95% de la capacidad de ingreso en poco más de una década en China.

El gobierno chino también identificó las necesidades prioritarias que guiarán los esfuerzos y las inversiones: en primer lugar, la asistencia a los ancianos y, en segundo lugar, la prevención y la lucha contra la obesidad y la diabetes.

 

Fuente: Il Sole24Ore